miércoles, 26 de octubre de 2016

Un libro para el Nirvana

   Desde que entre en la adolescencia y empece a plantearme las dudas existenciales que toda persona en algún momento de su vida se hace, me decante muy fuertemente por el ateísmo. Estaba convencido de que no existía ningún dios ni una religión verdadera, que todo aquello eran patrañas que la humanidad había usado en contra de si misma como método de control, y como muchos chicos de esas edades busque grupos sociales con los cuales encajar para darme cuenta muy pronto que prefería la idea de la individualidad, el lobo solitario, de ser yo mi máximo referente y mi mayor héroe ( que no evita que me llenará de orgullo , al soldado o policía que arriesgaba su vida para proteger la de otros, o el médico que hacia esfuerzos sobrehumanos para salvar todas las vidas posibles)

Y así crecí, con la creencia fuerte de que la ciencia podía explicarlo todo y que mi voluntad y personalidad me hacia único. Ja. Pobre niño ingenuo.

Lo cierto es que me mentí desde un principio, para empezar no era tan especial como me creía, lo cierto es que soy como el resto de gente bastante normal y único, sin grandes cualidades que destacar, me demostré muchísimas veces que era capaz de hacer las cosas cuando me las proponía pero que lo que se me daba mucho mejor era esperar a última hora para saltar al ruedo y fracasar por hacerlo mal y tarde,o triunfar por los pelos y ganarme el mote del rey de trébol.
Aprendí con algo de paciencia y tiempo que la ciencia no lo explica todo, que las grandes preguntas no tiene aun respuesta, y aun que estoy convencido que no existe ningún dios de ninguna de las religiones existentes me parecía demasiado prepotente decir con toda certeza cual es el origen del ser humano y que no hay en todo el universo nada que podamos calificar como mágico, divino.
El ser humano siempre a pecado de prepotencia y a mi el tiempo me demostró que cuando más nos equivocábamos era cuando más seguro estábamos de algo, por aquel tiempo fue cuando fui mas consciente de mi ignorancia, también fue la época en la cual descubrí una religión ( de la cual admito que se bastante poco)que me sorprendió porque en esencia era muy distinta a las grandes religiones del resto del mundo, y si me refiero al budismo.
Recuerdo mi sorpresa porque a diferencia del resto de religiones esta no te prometía un paraíso maravilloso después de una vida penosa. El budismo te ofrecía la iluminación/sabiduría como salvación, y dependía sobre todo de ti, exalta los valores buenos humanos como la justicia, el perdón y la compasión, la tranquilidad y el conocimiento, eso y la fuerte creencia de que el deseo era la fuente de todos nuestros males me impresionaron mucho, eran dos puntos a tener muy en cuenta en el camino que estaba construyendo de mis ideales.

También me mentí cuando decía que no tenia ningún ídolo o modelo a seguir, tal vez no me mintiera, tal vez solo es que no lo sabia, pero empece admirar con fervor a mis autores favoritos. Es raro para un chico de 17 años admitir que admira a hombres que no conoce, ni salen en la tele y que solo se conocen por sus obras, sean tus mayores héroes. Pero así era, me perdía entre sus textos entre sus historias… sus protagonistas se me hicieron más reales que mucha gente que he conocido, cada libro me enseñaba algo, me hacia dudar sobre mi mundo y me planteaba situaciones y decisiones morales que poco a poco me iban forjando hasta convertirme en lo que soy ahora.
Puede sonar raro esto que estoy contando, no es solo decir que un libro o una historia te a marcado y te a hecho distinto o te a hecho ver las cosas de otra forma ( creo que eso nos a pasado a todos los lectores) lo que realmente quiero decir es que esos autores llegaron alcanzar la sabiduría, alcanzar su nirvana.

Tal vez me estoy desviando un poco del tema, pero en resumidas cuentas , siempre he creído que lo importante en la vida es llegar a ser feliz, encontrar tu sabiduría, encontrar la calma y la paz que todos necesitamos, pensé que era un ideal y que nunca nadie había llegado a ese estado, y me equivoque. Después de leer sus libros sé que ellos lo consiguieron, no como la imagen de un santo o un iluminado que nos vendió hollywood, no, son gente de carne y hueso como nosotros pero que han alcanzado ese grado de sabiduría que les proporciono la felicidad
Y a las pruebas me remito, sus textos son un hecho de esa iluminación, sus muertes ( en el caso de Terry y de Saramago) en paz consigo mismo, avisadas con antelación, sencillas despedidas entre sus seres queridos, me dan la certeza de este hecho.
No sé que fue antes, si el libro o el sabio, si fue el sabio el que hizo esa literatura, o fue esa literatura la que hizo al sabio, ( probablemente fuera algo de ambas) pero tengo claro que hoy por hoy uno de los pasos para llegar a ser feliz, para encontrar esa paz interior, para encontrar nuestro nirvana esta en la literatura.
En nuestra literatura y en la de los sabios autores.
Seguiré leyendo y escribiendo como si de la vida misma se tratase, no deseo dejar huella en el mundo, ni en la vida de nadie, no pretendo pasar a la historia o la gente me recuerde como una buena persona.
Pero quiero, dentro de muchos años, el día que la muerte venga a verme y me pregunte
¿HAS VIVIDO BIEN, PABLO?
Poder contestarle
- Sí, he sido feliz. He aprendido que para ser feliz en la vida, hay que disfrutar de los momentos amargos como de los felices, he aprendido que no todo es lo que parece, y sobretodo de que hay que ser capaz de perdonarse por cada error que cometemos.

Y sonreírle mientras le pregunto si juega también al ajedrez como dicen.



Puede ser una estupidez, un deseo utópico o infantil… pero creo que sinceramente hay un libro para el nirvana y lo escribimos nosotros.

martes, 4 de octubre de 2016

Empiezo a pensar que mi cumpleaños esta maldito, siempre llego a el con un estado de animo pésimo y destrozado, esta vez creo que es la peor de todas.
Me muevo por inercia y porque creo que hace años que llegue a la conclusión de que quejarse tanto de lo mal que te trataba la vida es estupido y absurdo, ni que fuera el único con problemas en la vida, ni mucho menos fuera el que más problemas tiene.

Pero lo cierto es que me siento un fracaso como persona, no he conseguido salvar una relación en la cual creía de todo corazón y lo peor es que no creo que haya sido cosa mía. Pero me siento responsable, responsable de ver como ella perdía la ilusión y la alegría, de verla entristecer y no ser capaz de sacarle una sonrisa, solo la vi bien cuando le dije que me marchaba muy lejos. Es desolador.

Me pregunto realmente si me equivocado en mi forma de ver la vida, ¿Cuantas amistades he perdido este año? Demasiadas, ¿ Cuantas veces me decepcionado a mi mismo? Muchisimas más y pese a que intento cambiar, mejorar, ser mejor persona, más sincero, creyendo que esas cosas al final me devolverian el favor, que estupido...

Que ciego he estado todos estos años, releeo mis cosas y solo veo que cometo los errores una y otra y otra vez, probando distintas cosas, pero con el mismo resultado, lo unico que no cambia en la ecuación soy yo.

Sé me hace raro este mundo, empiezo a no entender las relaciones humanas, y siento que ya no puedo confiar en nadie, no me apetece nada, hoy debería haber estado cumpliendo mi sueño, pero una lesión me lo impide, ( que tipico de mí que me pase algo justo en el momento que vale la pena demostrar lo que soy)

Necesito unas vacaciones de mi mismo, desconectar y reiniciar, necesito enfriarme.

Necesito un invierno.

martes, 27 de octubre de 2015

Te quiero

Te quiero.

Ese es el problema que después de todo, que Te quiero. Sé que es estupido, después de todo lo que hemos pasado que aun así te quiera no tiene ningún sentido. Tal vez por eso te quiero, porque el querer no tiene sentido, no es lógico ni minimamente racional.

Me hubiera gustado haberte lo dicho antes, no haberme mentido durante tanto tiempo a mi mismo y por ende a ti, me hubiera gustado cuando te lo dije ser capaz de explicarte todo lo que siento, que no es un amor infantil, que no es un capricho de un chico pequeño, que soy sincero.
Que te digo te quiero desde toda la frialdad de mi corazón, te quiero en todo tu conjunto, en los defectos y en las virtudes, en tu fisico y en tu personalidad, como amiga y como amante.

Te quiero por que después de tantos años he llegado a conocerte, lo mismo que tu me conoces a mi, aunque bueno, a mi me conoces demasiado bien...

Aquel día creo que lo recordaré como uno de los mas tristes que he vivido, sabia lo que iba a pasar, sabia lo que me ibas a decir, realmente nunca tuve esperanza de recibir otra respuesta, sabia que decirte que te quería seria como subir aun púlpito para ser ejecutado. Pero preferia eso a que mis sentimientos terminaran jugandome una mala pasada, a que se metieran demasiado por medio acabar los dos lastimados y joder la amistad, una amistad que ambos nos ha costado mucho mantener como que yo ahora la tire por el aire con un acto tan egoista.

Por eso te dije te quiero, no porque esperase que nada cambiará, ni porque creyera que podría volver a dormir.

Fue por nosotros, para tener una buena despedida. Para mantener nuestra amistad.

Y sobretodo para que sepas lo que siento sinceramente por ti, ninguna relación ( de amistad o amorosa ) funciona con engaños y falsedades, prefiero que lo sepas y si alguna vez tu también sintieras lo mismo te acordaras de este momento.

Pero estoy tranquilo porque aunque tenga la certeza de que nunca me vas a corresponder, también tengo la certeza de que nos cuidaremos mutuamente.


Te quiere, atentamente, un loco.

domingo, 14 de junio de 2015

Un café

Una pequeña cafetería en algún lugar de la gran ciudad, no importaba el tamaño del lugar, lo único que importaba es que era suya, su trozo de mundo que los conectaba, algo que les hacía únicos y lo sabían. Algo que les impedía ver al resto de clientes de aquel pequeño y extraño lugar, pues mientras quedará algo de que café en la taza el mundo se compactaría solo en EL y en ELLA.

ELLA: Te dije que no volvieras, nunca me escuchas.

EL: No puedo evitarlo, este lugar tan tuyo como mio, ademas me encanta este café, créeme que no encontraras ningún café igual en ningún otro lugar

Ella le sonríe tímidamente, pese a que esta enfadada no puede evitar alegrarse de volver a verle.

ELLA: Cuando te fuiste, esto se quedo muy solo, la gente dejo de venir y...

EL: Pero tu sigues viniendo...

Un silencio incomodo se hace mesa, y por ende en el resto de la cafetería.

EL: Me dijiste que no volviera, y en parte te hice caso, aunque no fuese decisión mía

ELLA: ¡Pero no era a esto a lo que me refería!- grita ella- Se que te dije que quería te fueras de mi vida aquel día, pero porque sabia que ibas a volver, siempre volvías, nuestra vida siempre tiene esa faceta, estemos enfadados o no, vivamos a cientos de kilómetros o a dos manzanas, la vida siempre encontraba la manera de juntarnos, pero esta vez, te fuiste y no volviste, no puedo perdonarte.

EL: No fue algo que planee, recuerdo lo triste que estaba aquel día, algo me decía que esa última discusión iba a marcar el final de nuestra historia, y me fui con el corazón hecho trizas.

ELLA: Por favor, no me digas eso.

EL: Pero es la verdad, siempre te he querido señorita, incluso ahora. Por eso he vuelto a esta cafeteria

ELLA: No deberías de haber vuelto.

EL: Has sido tu la que me has llamado, no me eches a mi solo las culpa, no queda mucho café así que si quieres decirme algo deberías darte prisa.

Ella lo mira esta apunto de echarse a llorar , el observa su taza de café como quien mira al infinito, con la sonrisa de quien no tiene ninguna preocupación, después de un momento incomodo se vuelven a mirar, posiblemente si pudiéramos saber lo que quieren decir las miradas nos daríamos cuenta que ambos tuvieron una conversación mucho mas profunda de lo que se habían dicho hasta entonces con palabras, pero es algo que solo pueden saber los enamorados.

ELLA: Te necesito, vuelve. Pero vuelve de verdad, no vuelvas a medias a tomarte un café conmigo cuando me haga falta, te necesito en mi día a día, en mi vida, en mi cama en mi despertar y en...

El: Sabes que no puedo hacer eso...

ELLA: ¿Entonces que quieres de mi? ¿Por que vienes a verme solo aquí?

El: Creo que tal vez deberías dejar de buscarme, deberías dejar de venir a este cafetería a tomarte un café conmigo, tal vez ....
El la mira a los ojos, evitando que rehuya escuchar sus palabras.

EL: Tal vez deberías matarme de una vez por todas, olvidarte de mi, quemar mis recuerdos y dejar que me vaya para siempre.

ELLA: No quiero hacer eso, no puedo hacerlo.

El: Ha pasado ya un año señorita, y aun tienes pesadillas cada noche desde aquel día debes de avanzar, seguir hacia adelante, volver a enamorarte.

ELLA: No, no quiero.

EL: No seas cabezota, y hazme caso, sabes que siempre estaré a tu lado, siempre podrás encontrarme en este café, pero lo cierto aunque no quieras aceptarlo es que morí en aquel accidente de trafico, y este bonita cafetería cerro tres meses después de mi muerte, esto solo es un recuerdo y yo solo soy un fantasma que viene a verte las noches que necesitas verme.

ELLA: No quiero que te vayas

EL: Pero el café se esta acabando...

Ambos lloran, lloran y ríen entre una mezcla bohemia de dolor y felicidad.

ELLA: Lo siento, siento todo lo que dije aquel día.

EL: Yo ya te perdone aquel día, fuiste mi ultimo pensamiento, y fue un pensamiento feliz, ahora debes de perdonarte a ti misma, y avanzar, y buscame cuando tengas buenas noticias que contarme.

ELLA: Te quiero.

EL: Y yo, siempre.

El café se acabo y ella despierta con un dulce sabor en la boca, y un estridente sonido el del teléfono sonando.

domingo, 28 de diciembre de 2014

Abismo

Durante la caída no hay Miedo
ni si quiera un abismo de terror,
Durante la caída solo hay perdón 
y un pequeño pudiera ser, Amor.

jueves, 30 de octubre de 2014

La pequeña sonrisa

     Ella le sonrió mientras le estaba contando detalles e historias de la ciudad, cuando él sin previo aviso, se detuvo.
-¿Qué te pasa?- le pregunto sorprendida ella, pero sin perder aquella pequeña y tímida sonrisa
-Nada- respondio él con una voz temblorosa y alegre, tenia la cara radiante de una felicidad que solo puede tener un niño- Me he dado cuenta que me estaba enamorando

lunes, 3 de marzo de 2014

Alma de lobo



Fui secuestrado, torturado y maltratado, vi cómo asesinaban a mi familia en frente mía, saboreé la desesperación encerrado en una celda, arrebatado de mi libertad tuve que  soportar la humillación de la experimentación y comprobé lo que era ser  una rata de laboratorio.
Sobreviví, a lo que fuera que me hicieran en esos meses, sobreviví donde otros murieron. No sé cuánto tiempo pasé porque deliré durante días o semanas, sufrí fiebres altísimas y un dolor terrible resistía abandonarme mientras algo despertaba dentro de mi.
Y entonces me salvasteis, me liberasteis de esa horrible prisión y volví a la libertad, pero no era el mismo, había cambiado, algo dentro de mi no era igual. Físicamente también cambié,  pues era más alto y más fuerte, veía mejor en la oscuridad, y mi sentido del olfato se había multiplicado por  10, era capaz de oler el miedo, el dolor y la felicidad, todo ello me asombraba,  no entendía qué me estaba pasando. Mis dientes se cayeron como si de dientes de leche se tratase, una nueva dentadura al cabo de un par de días salió cual tiburón, mucho más fuertes y perfectamente alineados.
Hasta ese momento siempre me consideré un cobarde, una persona que no era digna por su escasa fuerza de voluntad, pero el miedo había desaparecido, sustituido por una rabia, una ira innata, me costaba ser racional. Me sentía como si fuera un animal salvaje, desconfiaba de aquellos que no conocía y era sobreprotector con lo que consideraba mi familia, actuaba por instinto, si quería comer comía, daba igual que no fuera mío o no lo hubiese pagado, si me encontraba en problemas,  golpeaba antes de hablar y donde antes no hubiera hecho daño a una mosca, ahora no había nadie que pudiese devolverme el golpe o aguantar mi envite.
Todo esto se lo hacia saber a los médicos y psicólogos que me trataban después del secuestro, pero no fueron capaces de hallar respuesta alguna, mis amigos me miraban con preocupación y tristeza y sé que querían ayudarme, pero, cuando llegaron los primeros muertos tras alguna de mis peleas,  se alejaron de mi, el mundo me señaló con el dedo y nadie me creyó cuando intenté explicarme. Era un monstruo. La sociedad me condenó, y aquellos a quienes  amaba me dieron la espalda, por primera vez me sentí solo. Pero no estaba solo, la bestia rugía en mi interior como un lobo hambriento deseando ser el jefe de la manada.
He necesitado tiempo pero ya he puesto en armonía mi parte animal y mi parte humana. Ahora que he escapado de la celda que nuevamente la sociedad me recluyó,  pienso cumplir mi venganza contra aquellos que me arrebataron mi vida.
Esto no es una amenaza, es un hecho y una despedida.
No soy un monstruo.
Soy un Renegado.
Soy Fenris.